Eduardo dos Reis Carvalho regresó el viernes a Portugal con la mayoría de sus compañeros de selección desde Sudáfrica. En pleno aeropuerto compartió su desazón por la decepción que supuso la eliminación del Mundial en octavos ante España, de los malos rollos suscitados a costa de dicho partido y también de su personal situación en el Sporting de Braga. El guardameta, que interesa al Málaga tal y como recogió ayer este periódico, también dejó clara su inminente salida, aunque sin desvelar a dónde irá: "Ya tenemos un desafío nuevo, pero no quiero adelantar nada. Prefiero no dar nombres, ya se verá". Los blanquiazules y el Génova son los clubes que se han aproximado a él con más fuerza, como él mismo reconoció durante su periplo en el Mundial. El arquero no ofreció pistas, aunque sí dejó claro que no quiere que su marcha sea un culebrón. "Es casi un hecho que salgo del Braga. Quiero resolver mi futuro pronto para irme de vacaciones descansado. Espero que se resuelva en breve...", explicó el internacional luso. Precisamente Eduardo fue el más aclamado por los aficionados portugueses que se dieron cita en el aeropuerto para recibir a sus compatriotas. El meta pretendido por el Málaga cuajó grandes actuaciones, especialmente contra España, y se marchó de la competición encajando sólo un gol, el único que ha recibido en sus 12 internacionalidades desde que Carlos Queiroz decidió darle la titularidad en la portería de la selecçao. Aunque él tiene claro que se irá, habrá que ver la actitud negociadora del Braga (tiene contrato hasta 2013), que sabe que puede sacar mucho dinero por él. Sobre todo, después de que el meta que habían fichado para suplirle, Quim (Muñiz se interesó en él también), se rompiera el viernes el tendón de Aquiles derecho y vaya a pasarse varios meses en blanco.
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